CPC Sergio Luna Montero
Innovarum SAC
Con la cuarentena que estamos pasando, muchas empresas están llamando a sus clientes, para que paguen las facturas que están pendientes. Se necesita el dinero, para cumplir con las obligaciones, pero la respuesta siempre es: No tenemos dinero para pagarles.
Esta era una empresa de capitales chilenos, con presencia en varios países de Sudamérica. En nuestro país, su sede central está en Lima. Presta servicios a: Clínicas privadas (las más exclusivas), constructoras y empresas mineras más importantes del país. Todas las sedes funcionaban bien, pero había una “ciudad minera” que no emitía facturas y reportaba ingresos. Para los dueños era la “sede problema”, en esta ciudad tiene presencia una de una mina muy importante del mundo.
Me contrataron con el único propósito, de que esta sede, cobre por los servicios que prestaba. Mi destaque era por tres meses, agarre mis cosas y viví en una ciudad distinta a Lima. El perfil del candidato era: Saber de valorizaciones, facturación, cuentas por cobrar, manejos de bancos, contratistas, clínicas, etc.
Cuando llegue a esta sucursal, “todo estaba de cabeza” (literalmente). No sabía quiénes eran los clientes, direcciones, representantes legales, números telefónicos, etc. al estar en esta grave disyuntiva pedí una cita con el contador senior de compras de esta importante empresa minera y le pedí que me ayude: Me gustaría que me brinde la lista de contratistas con las que trabaje (cosa que hizo) y me dio referencias de varias clínicas privadas que trabajaban con estas. Su ayuda me sirvió bastante, pero además tenía un contacto que me serviría en el futuro.
Un día buscando entre los archivadores, encontré un archivador con varias facturas pendientes de entregar (de ese año y del año pasado). Nunca se entregaron, se tenían que anular y se tendrían que volver a emitir. Un día me llama el contador senior de esta importante empresa minera, me dice que hace 6 meses no le emitíamos facturas, no hay valorizaciones en logística de la empresa y me pedía que solicite una clave acceso para ver el estado de nuestras facturas y pagos de su portal web.
Si esto les parece insólito, lo que les voy a contar es para no creerlo:
– Los clientes, llamaban para pedirnos el banco, el número de cuenta de donde pagarnos por los servicios que les prestábamos y por su puesto el número de Cuenta Corriente de Detracciones del Banco de la Nación.
– Llame a una clínica de salud ocupacional, me dijo que nuestro cheque estaba por recoger hace dos meses (sic). ¿Por qué no vienen a recogerlo?
– Varias empresas me pedían que les haga llegar sus facturas que estaban pendientes (por varios meses). Una persona me dijo esto: Me hacen llegar su factura y vamos a ayudarlos con el pago (sic).
He trabajado en varias empresas, pero esta era la primera que no presentaba facturas por mucho tiempo (calculo que serán unos ocho meses). Un día llamé, al área de facturación de la empresa (de la sede de Lima) y le hice una pregunta: ¿Cómo se van a olvidar de facturar a una empresa minera tan grande e importante del mundo? Debo reconocer que hay un “divorcio total” entre la sede central con las demás provincias (sic). No podemos facturar, ya que no llegan las valorizaciones de donde estás tú, no hay una base de datos de clientes, en esta sede la gente rota mucho, etc.
¿Pueden creer lo que les acabo de contar?
Nota de redacción:
Lo que les acabo de contar, fue hace muchos años atrás, en ese momento no existían las facturas electrónicas. Todas las facturas eran impresas y se ponía con un sello el número de la Cuenta Corriente de Detracciones del Banco de la Nación.